viernes, 21 de septiembre de 2012

El Alzheimer no es la perdida de la memoria, sino que esta perdida lo que logra es la aniquilación de la identidad, debido a que sin los recuerdo no podemos conocer el mundo, ni a nosotros, y gracias a esta conocimiento, logramos crear nuestra identidad, la personalidad con la que nos presentamos en el mundo social. Así se observa como la mente se empeña en crear identidades, aunque esta sea la de un infante en un cuerpo de una anciano.
Esta involución llega a un estado donde no existe el lenguaje, y no logramos entendernos, no existe el comunicarse, o eso pareciese, porque en ese instante donde el pensamiento no se puede expresar, donde la identidad ha desaparecida, permanece la posibilidad de comunicar lo básico, lo esencial la transmisión de emociones, transmisión que se realiza mediante el contacto humano, caricias, abrazos, besos. Es el momento donde toda comunicación se basa en el contacto físico, en el sonido suave.

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